He vuelto a la idea de respetar los semáforos. Resulta que en Sevilla tenemos la fea costumbre de no pararnos en los semáforos. Pienso que es importante respetarlos, y perdón por el moralismo, pero es que son muy útiles para aprender a valorar una pausa. Eso, a un escritor, le sirve, y mucho.
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ResponderEliminarEs curisoso. Andaba inmersa en un nuevo relato. Me he quedado en blanco. He decidido ojear algo mientras vuelve la inspiración...no sé si volverá o el semáforo indicaba una pausa definitiva. Quizás se ha puesto en rojo...no lo he visto y me han atropellado. Un saludo.
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