martes, 31 de agosto de 2010

¡Zum!, sonó

Estaba tirado en la cama, con los brazos en alto, intentando alcanzar el TECHO. Entonces, la cama empezó a moverse, como si de un TERREMOTO se tratase, y mi cuarto no paraba de dar vueltas, o era mi cabeza. Me agarré fuertemente a la cama, y la cama se puso en vertical sobre la horizontal, que era el SUELO. ¡Zum!, sonó, y la cama atravesó el TECHO. Hasta quedar tendida en la AZOTEA.

Estaba tirado en la cama, con los brazos en alto, intentando alcanzar el CIELO. Entonces, la cama empezó a moverse, como si de un TORNADO se tratase, y mi cabeza no paraba de dar vueltas, o era el cielo. Me agarré fuertemente a la cama, y la cama se puso en vertical sobre la horizontal, que era la AZOTEA. ¡Zum!, sonó, y la cama atravesó el CIELO. Hasta quedar tendida en las NUBES.

Estaba tirado en la cama, con los brazos en alto, intentando alcanzar el FIRMAMENTO. Entonces, la cama empezó a moverse, como si de una LLUVIA DE ESTRELLAS se tratase, y el firmamento no paraba de dar vueltas sobre mi cabeza o era mi cabeza la que no paraba de dar vueltas sobre el firmamento. Me agarré fuertemente a la cama, y la cama se puso en vertical sobre la horizontal, que eran las NUBES. ¡Zum!, sonó, y la cama atravesó el FIRMAMENTO. Hasta quedar tendida en un MANTO DE ESTRELLAS.

Estaba tirado en la cama, con los brazos en alto, intentando alcanzar a DIOS. Entonces, la cama dejó de moverse, como si de un MILAGRO se tratase, y mi cabeza paró de dar vueltas. Me solté de la cama, y la cama se quedó en horizontal sobre la horizontal, que era un MANTO DE ESTRELLAS. ¡Zum!, sonó el DESPERTADOR. Hasta quedar tendido en el SUELO.

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