Hoy en día, no podemos hacer una revolución. Porque corremos el riesgo de que nos ocurra como a Egipto: muchas muertes para acabar en lo mismo (se aceptan matizaciones). Necesitamos teóricos que propongan nuevas formas de gobierno. Una vez sepamos lo que queremos construir, es el momento de destruir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario