Cinco horas con Mario (1966)

Cinco horas con Mario (1966) de Miguel Delibes (1920-2010) es una novela dividida en tres partes: una primera parte o prólogo, que sirve para introducir la acción; una segunda parte o parte central, que es la novela propiamente dicha, dividida en veintisiete capítulos; y una tercera parte o epílogo.
El tema de la obra es «el problema de un hombre acosado por la incomprensión, la mediocridad y la estulticia». Pero, como bien apunta Antonio Vilanova, «la involuntaria confesión de Menchu acapara progresivamente la atención del lector y convierte su frustración humana y social de casada, quejosa e insatisfecha en tema principal del relato».
En cuanto al espacio, el prólogo y el epílogo se desarrollan en la casa de la familia Díez Collado (c/ Alfareros, 16, pral. dcha.), mientras que la segunda parte o parte central, se desarrolla en el despacho de Mario, «doblado en cámara mortuoria».
En cuanto a los personajes, son simbólicos: Menchu, «una mujer necia y simplista», simboliza la España conservadora y Mario, «un hombre inteligente y complejo», simboliza la España progresista. También tiene un papel importante Mario, su hijo, que sirve para rebajar el tono pesimista y desolador, y simboliza la amnistía nacional.
En cuanto al estilo, la crítica está dividida: según algunos autores, se debería hablar de monólogo interior, pero no es posible porque el discurso termina siendo verbal en el último capítulo; según otros autores, se debería hablar de soliloquio, pero tampoco es posible porque no sabemos si Mario la escucha desde el otro mundo. Más acertada, por amplia, me parece la definición de Delibes: «diálogo sin respuesta con un muerto».
Por último, me gustaría terminar con una cita. A propósito de Carmen, nos dice Antonio Vilanova: «a través de la insospechada complejidad de este personaje, con el cual ha alcanzado la más alta cima de su talento creador, Delibes ha llevado a cabo una hazaña sin precedentes: convertir en heroína novelesca a una mujer ignorante y necia, sin la menor conciencia de serlo...». Muy recomendable.