sábado, 21 de abril de 2012

«Señora, esa es mi cartera»

Os pongo en situación: estaba en la cola de un supermercado y dejo mi cartera en la cinta transportadora. Una mujer, que estaba pagando en aquel momento, echa mano a mi cartera, como si de la suya se tratase. Le digo: «Señora, esa es mi cartera». Ella me pide perdón y se excusa diciendo que creía que era la suya. Yo le resto importancia con un chascarrillo sobre la sociedad de consumo. Ella, no contenta con el numerito, me dice: «Hay que ver lo desconfiado que eres». Para que después digan que los jóvenes somos unos maleducados…

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